Quiero gritar tu nombre con todas mis fuerzas, quiero correr a tus brazos y contemplar la luz de tu bello rostro una vez más; pero no puedo, ¡no puedo!... ¡Diablos! ¿Por qué la vida es tan cruel y miserable?... Este frió me destroza y me lastima el corazón, ya no encuentro el camino hacia tu luz, ya no encuentro las veredas hacia tus mentiras, ¡Tan lejos y tan cerca! Ironías... ¡Tristes ironías! Pues las miles de brechas y senderos, no separan a nuestras almas, lo hacen los sentires y los malos actos...Yo fui fiel y proclame el amor en todas mis cartas, pero tú... Solo escondiste este sentimiento, el cual no es de vergüenza.
El amor es grande y maravilloso, pero quién no merece, poco tiene, y así ha de ser... Ahora mi clamor ha sucumbido, y mis ojos dejaron de sangrar, pues he hallado la gracia nuevamente, aquellas rosas que plante en vuestro jardín alguna vez, las cuales fueron rotas y quemadas, ahora renacen relucientes en otra tierra, tal vez diferente y lejana, pero fructífera y fértil, allí han de contemplarse orgullosas y hermosas... Aún así algo en mi interior a muerto para siempre, pues sigo y seré siendo un débil prisionero de vuestro amor.
Autor del escrito:
Dante Moshue Díaz Linares (Conde Apocalíptico)
Derechos Reservados - 03/04/2012
un texto sencillamente brillante. Saludos
ResponderEliminarMientras un viejo amor viva, no florecerá uno nuevo. Es conveniente no entregarse a relaciones vacías, que solo ocasionarán daño en ambos amantes circunstanciales.
ResponderEliminarMuchas gracias mis nobles amigos por vuestros comentarios y el hecho de estar aquí, la vida es muchas veces injusta, pero que mas da, es la vida y hay que vivirla como venga, Gracias nuevamente y un saludo para ambos, muy buenas noches... Atte. Dante linares Díaz.
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