Un corazón sombrío, que contempla extasiado la luna llena, aquella hermosa luna tan lejana y misteriosa, la cual se tiñe de sangre y se lamenta en las noches de su tristeza, envuelta y sumergida en las espesas nieblas de su amargo destino, abrazada y desgarrada por una fuerza sobrenatural, la cual lastima su belleza y la torna de sangre por todos lados... Y yo aquí, en mi palacio de los eternos abismos, rodeado de oscuridad y de penumbras.
Las huestes infernales se arrodillan ante mí, y me hacen reverencia todos los días, un destino diferente se ha trazado en mi veredas, una calzada de tormento y de sangre se ha levantado en mis dominios… Y me encuentro aquí, en mi morada cultivando bellas rosas multicolores, en este árido paraje de soledad y de olvido, aguardando la hora de mi exaltación.
En aquel momento los cielos serán conmovidos, y los otros vigilantes serán despertados de su largo sueño, sueño de penumbras, por más de seis mil años estuvieron descansando, por el pecado de uno, todos fueron hallados culpables, pero el día de su venganza se avecina pronto, muy pronto… Y ésta hermosa luna llena, será fiel testigo de su terrible poder y de su gran fuerza de aniquilación… Pues los días de los hombres están contados. Así sea…
Autor del escrito:
Dante Moshue Díaz Linares (Conde Apocalíptico)
Derechos Reservados - 02/08/2011.
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| El Apocalípsis de la Luna llena (Una visión de un inmortal) |
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