Musa de mis sueños más profundos…
¡Hermosa princesa!… Compañera de mis noches…
Que te escondes en mis pensamientos
y te guardas en mis más profundos anhelos.
En mis tristes días paso la vida, tan solo, tan solo…
Caminando, desconsolado y abatido
por la oscura senda de mi melancólico destino…
Más cuando se oculta el sol… Allí encuentro mi gozo,
porque mi corazón sabe,
que te ha de ver nuevamente...
Vuestro bello rostro carece de rasgos.
No los recuerdo, no los encuentro…
Más tus dulces besos son tan calidos y llenos de amor,
como los besos de una diosa…
La cuál me acompaña en las noches largas y frías…
Brindándome su corazón, tan calido y dulce…
Calmando mi tristeza y llenándome de amor,
curando las heridas de mi sangrante corazón...
Aliviando el dolor que posee mi alma,
la cuál está quebrada y muy herida…
Como fantasma deambulo por la calles...
Mirando al cielo… Esperando a que llegue la hora,
cuándo las luces se apagan,
y la hermosa luna se apodere del eterno firmamento…
¡En ese momento!… Mi corazón sabe que ya es la hora
de ir a vuestro encuentro,
en donde mis sueños se funden con los tuyos,
acariciando una vez más tu bello rostro,
pero no recordándolo cuando despierto…
Autor del escrito:
Dante Moshue Díaz Linares (Conde Apocalíptico)
Derechos Reservados 05/07/2011.
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| Un rostro que se pierde en la noche (Ver Imagen) |
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