Las palabras que prometiste, quedaron ocultas en la
oscuridad de esa vieja calle, la sonrisa que reflejaba tu hermoso rostro, fue
borrada con la ironía de los malos actos, tu dulce voz que proclamaba palabras sublimes y llenas de amor, quedó
enterrada con reclamos y mentiras... ¡Nunca más! He de besar tu dulce frente,
¡nunca más! He de contemplar tu bello rostro, nunca jamás te tendré entre mis
brazos, pero no puedo odiarte... Y ahora mismo quisiera poder acariciar tus
dulces labios nuevamente, ¿acaso no te diste cuenta, cuán grande era el amor
que existía en mi corazón? La llama de mi alma se fortalecía día tras día, y su
alimento era tu hermosa sonrisa, pero tú… No comprendiste el amor, ni la
pasión, tus ojos estaban cegados y tu amor fue muriendo junto al mío, los
miedos y la inseguridad de vuestra alma destruyeron mi mente, y ahora no queda
nada, nada… Solo cenizas y oscuridad, mi alma esta marchita y encerrada, en
esta jaula de cristal y ya no quedan fuerzas en mí, para seguir adelante, si
solo un rayo de luz pudiera entrar aquí, tal vez podría levantarme y salir de
esta prisión de oscuridad y penumbras.
Autor del escrito:
Dante Moshue Díaz Linares (Conde Apocalíptico)
Derechos Reservados - 06/06/11.
La Jaula de cristal |
*-* bellisimo gracias por compartirlo
ResponderEliminarA veces nos cuesta tanto comprender por qué es tan grande nuestro amor...tan incomprendido, tan solitario...pero debemos entender que tan sólo vivimos la fortuna de poseerlo y la desgracia de sufrir cuando no es bien entendido y atendido. Finalmente, sólo se enreda en la jaula cuando nosotros mismos lo metemos, aún así, siempre es más fuerte y poderoso, porque abriga nuestro propio alma en cada verso, en cada lágrima.
ResponderEliminarPrecioso, mágico... gracias por sentir así :)