Tras el rojo telón de un viejo teatro,
unos ojos de bello esplendor,
me vigilan cuidadosa y quietamente,
es Alborera, una hermosa gata
de bello parecer, ella... Me vigila.
Contempla cada movimiento mío,
de repente todos se van del recinto,
y me quedo con ella en soledad,
me acompaña todo el tiempo,
es mi amiga y siempre vamos juntos.
Pero... Un día una desgracia ocurrió,
pues hubo un gran incendio,
el teatro se quemó, y junto con él,
Alborera, llore y bebí, era mi amiga,
siempre juntos, siempre amigos.
Y ahora no queda nada, nada de nada,
solo escombros y recuerdos,
recuerdos con ella, ¡hay Alborera!,
fiel guardián de mis sueños,
ya no tengo a nadie, solo su recuerdo.
Recuerdos de dolor, pesar y angustia,
recuerdos y lamentos de soledad,
Alborera nunca jamás regresará.
Dicen... Que los seres buenos se van,
pues este mundo vil, no es para ellos.
Tuve la suerte de compartir con ella,
mi hermosa gata de ojos azules,
un fiel animal, que murió pensando,
que yo seguía allí adentro,
el amor, pudo más que el instinto...
Autor del escrito:
Dante Moshue Díaz Linares (Conde Apocalíptico)
No hay comentarios:
Publicar un comentario